La adopción es un proceso jurídico que consiste en crear un vínculo de parentesco de maternidad y paternidad. Así, podemos entenderla como un trámite legal, que otorga a los menores de edad y a las parejas la oportunidad de crear dicha vinculación para consolidarse como un núcleo familiar.
Las leyes que regulan este proceso varían de un país a otro. En España, la normativa sufre un cambio radical a partir de la Ley 21/1987, de 11 de noviembre. La entrada en vigor de dicha ley introduce dos principios fundamentales para llevar a cabo el trámite.
El primero de estos principios es el de entender y dar a la adopción características propias de un elemento de integración familiar, eliminando el carácter que mantuvo en el pasado de ser considerada como una obra de caridad. Así, este trámite se convierte en un instrumento legal que permite otorgar una familia estable a un menor de edad que carezca de ella.
El segundo principio se basa en que el estado adquiere un papel más relevante y fundamental en el ámbito de protección a los niños, por lo que se potencia su relevancia y toma protagonismo.
En cuanto a la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor, introduce una exigencia para efectuar el proceso: el requisito de idoneidad de los interesados en adoptar. Gracias a este, es posible regular meritoriamente el proceso de adopción internacional, en el que los niños son adoptados por una pareja o por personas de otro país que pueden ofrecerle una buena educación y calidad de vida.
Para poder adoptar, será necesario cumplir con los siguientes requisitos. Además, desde el año 2005, las parejas del mismo sexo que también cumplan con los requisitos podrán hacerlo.
Cada comunidad autónoma cuenta con sus propias reglas a la hora de regular los requisitos que se deben presentar. Sin embargo, Son de obligatoria presentación los siguientes:
Debes saber que, en nuestro país, es un proceso que puede tomar unos nueve años de media, cuando la procedencia del menor es del mismo país. Cuando se trata de una adopción internacional, el plazo puede variar entre 8 y 30 meses, dependiendo de la procedencia de los niños.
Adoptar un niño otorga una serie de beneficios fiscales. La prestación por nacimiento o adopción consta de una ayuda de 2500 euros anuales por cada hijo adoptado hasta que cumplan los 3 años de edad. Por otra parte, también puede optarse a una ayuda de 1200 euros anuales en concepto de deducción por maternidad. Además, se puede disfrutar del Permiso de Paternidad, que tiene una duración de 122 días.
Como puede verse, los cambios en las leyes que regulan el proceso de adopción garantizan a los niños que sus intereses se sobreponen a otros de índole legal que forman parte del proceso y conducen a un proceso más transparente, que evalúa cuidadosamente a los adoptantes para ofrecerle al menor la mejor opción posible.